Plan de Cultura para una Nueva Tijuana
Primero, los felicito por el gran esfuerzo que se hizo en elaborar esta novedosa iniciativa cultural para Tijuana, creo que es un momento sin precedente en la historia de la ciudad. Me gustaría presentarles mi apoyo por medio de algunas observaciones sobre el Plan de Cultura, ya que no podre asistir a la reunión de mañana por cuestiones laborales. De antemano me disculpo.
Después de revisar el documento publicado en el blog (plandeculturatijuana.blogspot.com/), me parece que la extensión de los ejes abarca gran parte de la sociedad vulnerable y marginada de esta ciudad. Es importante alinear los conceptos de derecho a la ciudad con propuestas culturales para la generación de comunidades sanas. La ciudad la hacemos todos y tenemos el derecho de imaginarla, vivirla juntos como sociedad. El derecho a la ciudad no solo implica ocuparla, si no también incluye el poder de transformarla.
Sin embargo la ciudad siempre ha sido un lugar de conflictos, y como reaccionamos a estos conflictos (de forma constructiva o destructiva) es la clave para lograr un balance social. Los deseos y derechos sobre la ciudad la tenemos todos (buenos y malos) y son estos conflictos que han generado, en las mejores ciudades, resultados positivos e inclusivos. Por ejemplo los problemas de los asentamientos irregulares en Latino América se han intentado erradicar usando la fuerza pública y en otras instancias se han reconocido como una forma diferente de habitar la ciudad, que requieren de una visión inclusiva de hacer ciudad y del ciudadano, renovando en si la definición establecida y vertical de sociedad. Esta nueva visión de la ciudad ocurre cuando se reforman las prácticas económicas y políticas que promueven las iniciativas públicas y controlan practicas de privatización de la ciudad.
El Plan de Cultura es un documento que nos despierta las ganas de renacer como ciudadanos e invita hacernos responsables de nuestra propia existencia social. Pero lo que me preocupa es la incompatibilidad que tiene con los poderes que en este momento estan formando la ciudad. Vivimos en una ciudad dominada por un sistema económico de libre mercado que opera dentro una jurisdicción de garantías individuales e independientes de intervenciones de estado. Este sistema garantiza el derecho individual de hacer con nuestros bienes lo que nos convenga dentro de un sistema de mercado libre. Por ejemplo el estado (municipalidad) ha tenido muy poco poder en controlar el tipo y calidad de vivienda de los desarrolladores privados en la ciudad. Estas empresas, que controlan grandes áreas de terreno en la ciudad (como Valle de Las Palmas), les interesa manejar los desarrollos de vivienda como simple inversiones económicas y son más endebles a cambios en la bolsa de valores que en restricciones por leyes o planes maestros del municipio. En Tijuana los dueños de la tierra controlan la ciudad. Cómo hacer para que estas propuestas culturales aterricen de manera exitosa dentro de una dinámica económica de privatización. Aunque la propuesta no es partidaria, como dice la invitación al evento de mañana, si es política y necesita de una visión radical que tenga en su raíz la generación del espacio público en toda la extensión de la ciudad. Una política que esté interesada en crear una ciudad equitativa y accesible para todos. Es tiempo que el derecho a la ciudad no solo sea para aquellos que la pueden comprar o son dueños de extensiones territoriales. El derecho a la ciudad y sus espacios sociales deben de estar por encima de los intereses de grupos de poder que en estos momentos siguen formando la ciudad desde afuera.
Como implementara el nuevo alcalde este Plan de Cultura en términos geográficos, como se liberaran zonas para realizar nuevos espacios sociales? O quizás estas propuestas deberían dirigirse a la iniciativa privada junto con un análisis económico. Podría la cultura ser redituable económicamente??
Pienso que cualquier candidato que se presente a esta reunión debe de dejar claro como se generaran los espacios para los nuevos centros culturales/comunitarios que se están proponiendo, como se le exige a los terratenientes y desarrolladores de la ciudad que integren el Plan de Cultura en sus proyectos. Obligación más allá del 10% de tierra que se les requiere donar a la ciudad para este tipo de espacios. Tierra que en la mayoría de los casos no tiene las características adecuadas para la construcción de parques o escuelas o de plano al ser donado al municipio este lo a vender al mejor postor para volverse a urbanizar. En cada caso lo importante es generar una política social que promueva el bienestar social y la oportunidad de crear e imaginar la ciudad a todos los ciudadanos. Este plan es muy provocativo por que inicia de un proceso local ( bottom up) sin embargo necesita llegar a unirse con una visión política de ciudad (top-down) que tenga la fuerza para crear zonas y espacios públicos sin condicionantes de los grupos de poder.
Transporte y Cultura
El tercer punto del primer eje en el Plan de Cultura vincula la cultura con el transporte público y es de gran importancia para la inmediata activación de la propuesta. La responsabilidad del estado es generar un sistema de transporte digno y eficiente para los ciudadanos. Actualmente el transporte público de la ciudad es de mayor costo (por salario) que el de la ciudad vecina de San Diego, que tiene mayor extensión territorial que Tijuana. El transporte público sigue controlado por grupos hegemónicos que han podido combatir intentos de reestructuración del sistema por alcaldes de administraciones anteriores. Se han elaborado cantidad de proyectos de sistemas de transporte público (tren ligero, metro-bus etc.) que no se han podido realizar por la falta de convicción política. El tema vuelve a la mesa en estas elecciones del 2010 y se está presentando de nuevo un plan de reestructuración de rutas así como un modelo de metro-bus que dará servicio desde la garita internacional de San Ysidro hacia la comunidad del Florido al este de la ciudad. Este sistema brindaría un servicio más eficiente y digno a los ciudadanos de Tijuana y aliviara el tráfico vehicular de sus avenidas principales. Este sistema brindaría beneficios económicos a la cuidad, ya que se recortaría el tiempo y costo de traslado de la clase trabajadora y facilita los viajes de productos dentro y fuera de la ciudad. La propuesta tendrá varios procesos de elaboración y es probable que sea la más importante de la próxima administración. Por lo tanto creo que tres años no son suficientes para construir todo el sistema y necesitaría de coordinación entre administraciones. Si este es el único proyecto al que se compromete de lleno el próximo alcalde nos haria muy bien.
Y si ese fuera el caso, el estado se compromete a solucionar el problema del transporte público y se dedica a realizar esta obra, como podríamos seguir insistiendo que se realice el Plan de Cultura. El transporte público se puede pensar junto con otras actividades y realizarse como un espacio multi-funcional de programas públicos. Si las estaciones se planean de manera adecuada podrán activar zonas de comercio y establecer una relación física con centros comunitarios. Las estaciones de transporte público (metro-bus o tren ligero) pueden ser el hilo que teje y comunica a la ciudad. La función de una estación de transporte puede ser híbrida y funcionar como espacio cultural, publico y comercial. Cada estación tiene la oportunidad de convertirse en un centro importante que regenere colonias y delegaciones formando parte de una nueva identidad comunitaria. Es importante que los dos proyectos (transporte y cultura) se vinculen para así poder unir presupuestos y proyectos en el corto tiempo de la nueva administración. De esta manera con la hibridación de las funciones el Programa Cultural no tendrá que sufrir recortes de presupuesto o desvió de fondos que se utilizaron para otros proyectos que podrían verse más urgente. Las visiones mono-funcionales nos son prácticas, tenemos que pensar cómo integrar funciones (infraestructura y cultura) y presupuestos de forma híbrida, como bien lo dice el Plan “El transporte público, pues, será uno de los vehículos clave de transmisión de la nueva cultura de paz, legalidad y concordia en la ciudad.”
Gracias y Felicidades
René Peralta