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En un swap meet de Tijuana me compre este libro de Ideas, de la A – Z.

En un swap meet de Tijuana me compre este libro de Ideas, de la A – Z.


Posted by Picasa

URBIcidio*

*Este post se estara reconstruyendo (como Tijuana misma) en las próximas semanas y a lo largo del taller de urbanismo que impartiré en Woodbury University en San Diego. El tema del UNdesign que menciono aqui sera explorado en un texto para la revista Italiana Avatar que saldra en otoño 2005.

…to plan a city is both to think the very plurality of the real and to make that way of thinking the plural effective; it is to know how to articulate it and be able to do it.
Michel de Certeau

En el último libro/revista de Rem Koolhaas llamado Content se publico un artículo que me hace pensar en la falta de responsabilidad ética del arquitecto y la arquitectura.
Violence against architecture: Quixote comes of age in Sarajevo. Si el arquitecto construye también puede destruir. En caso diferentes Bill Millard, define “urbicide” como el acto premeditado de destrucción urbana en áreas de intercambio cultural.
El urbicidio divide y delimita identidades, eliminando situaciones que producen contrastes, normalmente el que practica el urbicidio es aquel que no separa su espacio urbano de un grupo limitado y cerrado. Aquel que encierra y abandona estructuras urbanas también es tan culpable como el que desvía fondos publicos destinados para obras comunitarias. Aquellos que con la bandera de vivienda social construyen miles de viviendas suburbanas – para después abandónalas creando condición de entropía – también son culpables del urbicidio. La decadencia de las estructuras físicas con las sociales van mano a mano como nos han mostrado ejemplos como Pruit Igoe en Saint Louis, USA, los superbloques de vivienda racionalistas que crearon una anarquía cívica en Caracas Venezuela a fines de los años 50 y otros ejemplos que nos dejo el modernismo utópico lecorbusiano. En Tijuana es irónico que exista una empresa con el mismo prefijo (Urbi), como si su creadores fueran parte de una visión fascista de eliminar o anular el concepto de cuidad habitable. Las estructuras (de poder a la Faucault) creadas por esta organización crea los mecanismos que vacían al la ciudad de un espacio plural creando, como menciona De Certeau, “lugares donde no se puede creer en nada”.

Se me haría difícil clasificar con toda certeza a estos desarrollos como “auténticos” no-lugares. Aun que Marc Auge hace varios puntos interesantes sobre la definición y configuración de un no-lugar. El ejemplo mas concreto es; el no-lugar es totalmente cuantificable. Los limites de su extensión, como su cantidad de unidades y los metros cuadrados de asfalto son contables y construidos con el spread sheet en vez de con la historia e intercambio de ideas, palabras y ambigüedades. Lugares, no-lugares del hyper-design, calculados hasta la última gota de cemento, el diseño se ha convertido en la tecnica de la supresión de la espontaneidad. Esto me lleva a creer en el concepto de UNdesign; el diseño como catalizador de intensidades, y no como génesis de la forma y espacio. El diseño [en esta definición de UNdesign], es una cualidad intrínseca del espacio político de la cuidad. Si la arquitectura es una forma de praxis cultural su operatividad debe ser proyectiva.


Este proyecto de Urbicidio esta compuesto de dos modelos: El primero construcciones seriadas de mínimo espacio al este de la cuidad, un mar de cuartos Tijuana es la verdadera “City of Quartos” (Termino que presento Gustavo Leclerc en UCLA para explicar una condición urbana de East LA). Homogeneidad, claustrofobia urbana – hacer ciudad no es hacer cuartos – hacer ciudad es entender las condiciones sociales y culturales de los usuarios y dejar libre la posibilidad de su representación en la cuidad. Hay solución a estas condiciones de hacinamiento? Si pero no esta en las manos de los desarrolladores – esta en la determinación de la sociedad de exigir un espacio digno y heterogéneo. La masa critica del la ciudad llega a su limite. El segundo modelo consiste en la falsa proposición de vender seguridad dentro de una ciudad insegura y violenta, vivir en la ciudad es decadente y peligroso, vivir con guardia las 24 horas y dentro un espacio delimitado por muros que crean mini fronteras (como si nos faltaran bardas de que preocuparnos en Tijuana) es protegerse de las masas, la segregación es seguridad. Muros que como en otras condiciones (extremas) aíslan clases sociales, distancian ideologías religiosas y políticas. En estas áreas se simula la ciudad– seria un peligro vivir la realidad, existen en simulacro de una villa italiana, de un Eastlake San Dieguino, de un mundo blanco, un archipiélago hermético.

El acto de diseñar espacios, comunidades y ciudades es una forma activa de moldear actividades políticas y humanas. Es una responsabilidad social y como tal puede ser juzgada cuando es nociva para la salud mental y física de la sociedad. El usuario no es un concepto abstracto de un índice de mercadotecnia no es “the bottom line”. En la historia se han presentado casos de diseñó urbano como mecanismo de control ( Hausman en Paris o Speer en Berlin) y mientras estas empresas locales estén en negación total de la realidad en las que laboran, no podrán ser absueltas de urbicidio.


Posted by Picasa

URBIcidio*

*Este post se estara reconstruyendo (como Tijuana misma) en las próximas semanas y a lo largo del taller de urbanismo que impartiré en Woodbury University en San Diego. El tema del UNdesign que menciono aqui sera explorado en un texto para la revista Italiana Avatar que saldra en otoño 2005.

…to plan a city is both to think the very plurality of the real and to make that way of thinking the plural effective; it is to know how to articulate it and be able to do it.
Michel de Certeau

En el último libro/revista de Rem Koolhaas llamado Content se publico un artículo que me hace pensar en la falta de responsabilidad ética del arquitecto y la arquitectura.
Violence against architecture: Quixote comes of age in Sarajevo. Si el arquitecto construye también puede destruir. En caso diferentes Bill Millard, define “urbicide” como el acto premeditado de destrucción urbana en áreas de intercambio cultural.
El urbicidio divide y delimita identidades, eliminando situaciones que producen contrastes, normalmente el que practica el urbicidio es aquel que no separa su espacio urbano de un grupo limitado y cerrado. Aquel que encierra y abandona estructuras urbanas también es tan culpable como el que desvía fondos publicos destinados para obras comunitarias. Aquellos que con la bandera de vivienda social construyen miles de viviendas suburbanas – para después abandónalas creando condición de entropía – también son culpables del urbicidio. La decadencia de las estructuras físicas con las sociales van mano a mano como nos han mostrado ejemplos como Pruit Igoe en Saint Louis, USA, los superbloques de vivienda racionalistas que crearon una anarquía cívica en Caracas Venezuela a fines de los años 50 y otros ejemplos que nos dejo el modernismo utópico lecorbusiano. En Tijuana es irónico que exista una empresa con el mismo prefijo (Urbi), como si su creadores fueran parte de una visión fascista de eliminar o anular el concepto de cuidad habitable. Las estructuras (de poder a la Faucault) creadas por esta organización crea los mecanismos que vacían al la ciudad de un espacio plural creando, como menciona De Certeau, “lugares donde no se puede creer en nada”.

Se me haría difícil clasificar con toda certeza a estos desarrollos como “auténticos” no-lugares. Aun que Marc Auge hace varios puntos interesantes sobre la definición y configuración de un no-lugar. El ejemplo mas concreto es; el no-lugar es totalmente cuantificable. Los limites de su extensión, como su cantidad de unidades y los metros cuadrados de asfalto son contables y construidos con el spread sheet en vez de con la historia e intercambio de ideas, palabras y ambigüedades. Lugares, no-lugares del hyper-design, calculados hasta la última gota de cemento, el diseño se ha convertido en la tecnica de la supresión de la espontaneidad. Esto me lleva a creer en el concepto de UNdesign; el diseño como catalizador de intensidades, y no como génesis de la forma y espacio. El diseño [en esta definición de UNdesign], es una cualidad intrínseca del espacio político de la cuidad. Si la arquitectura es una forma de praxis cultural su operatividad debe ser proyectiva.


Este proyecto de Urbicidio esta compuesto de dos modelos: El primero construcciones seriadas de mínimo espacio al este de la cuidad, un mar de cuartos Tijuana es la verdadera “City of Quartos” (Termino que presento Gustavo Leclerc en UCLA para explicar una condición urbana de East LA). Homogeneidad, claustrofobia urbana – hacer ciudad no es hacer cuartos – hacer ciudad es entender las condiciones sociales y culturales de los usuarios y dejar libre la posibilidad de su representación en la cuidad. Hay solución a estas condiciones de hacinamiento? Si pero no esta en las manos de los desarrolladores – esta en la determinación de la sociedad de exigir un espacio digno y heterogéneo. La masa critica del la ciudad llega a su limite. El segundo modelo consiste en la falsa proposición de vender seguridad dentro de una ciudad insegura y violenta, vivir en la ciudad es decadente y peligroso, vivir con guardia las 24 horas y dentro un espacio delimitado por muros que crean mini fronteras (como si nos faltaran bardas de que preocuparnos en Tijuana) es protegerse de las masas, la segregación es seguridad. Muros que como en otras condiciones (extremas) aíslan clases sociales, distancian ideologías religiosas y políticas. En estas áreas se simula la ciudad– seria un peligro vivir la realidad, existen en simulacro de una villa italiana, de un Eastlake San Dieguino, de un mundo blanco, un archipiélago hermético.

El acto de diseñar espacios, comunidades y ciudades es una forma activa de moldear actividades políticas y humanas. Es una responsabilidad social y como tal puede ser juzgada cuando es nociva para la salud mental y física de la sociedad. El usuario no es un concepto abstracto de un índice de mercadotecnia no es “the bottom line”. En la historia se han presentado casos de diseñó urbano como mecanismo de control ( Hausman en Paris o Speer en Berlin) y mientras estas empresas locales estén en negación total de la realidad en las que laboran, no podrán ser absueltas de urbicidio.

The Tijuana Effect

Hace unos meses lleve a unos amigos de Los Angeles a conocer el Hospital Del Prado ubicado en la zona de la mesa en Tijuana. El teórico en arquitectura Bob Somol y el Arq. Mark Lee visitaban Tijuana después de su conferencia en el ICBC para el evento OTRA/ANOTHER. Llegamos al hospital y al salir del carro se quedaron apreciando el edificio de fachada de bloc de vidrio verde, después de meditar unos minutos sacaron las cámaras y capturaron el estado actual de uno de los primeros edificios de la firma Morphosis. Thom Mayne y Michael Rotondi vinieron a Tijuana en 1973 a diseñar un conjunto de vivienda en La Floresta y el hospital al inicio de su carrera en 1972 como despacho en Los Angeles.

Entramos al hospital reconociendo los espacios originales que todavía son visibles a través de la horrenda ampliación que se le hizo. Horrenda en cuanto a intención espacial y arquitectónica, pero necesaria como la describió la Doctora Aubanel. El edificio tiene rasgos de la influencia del arquitecto James Stirling de Escocia, arquitecto conocido por su obra fuera del mainstream modernista y sus organizaciones en planta a 45 grados y de algunas referencias a la arquitectura del siglo 19. La referencia a Sterling es evidente en los primero proyectos de Morphosis. El hospital parece ubicarse dentro del diseñó humanista y el “over aesthetic” una ideología de Sterling aparente en su proyecto mas famoso, la biblioteca de historia en la Universidad de Cambridge.

Subimos a los diferentes niveles por la escalera original hasta el tercer o cuarto piso para ver la fachada verde de cerca. El pasillo de circulación se ilumina de verde con la luz de la tarde. El mármol Travertino sobre el piso (de moda en edificios de gobierno en esa época como en el Cecut) refleja una sensación grafica tridimensional o retícula renacentista entre el muro y el piso. El pasillo es solamente circulación y sala de espera para los diferentes consultorios y habitaciones del hospital. Al bajar esperamos en el lobby para el regreso, de una habitacion salía una mujer con vestimenta de quirófano con todo y tapa bocas. Le preguntamos al guardia si podíamos tomar algunas fotos en el interior y nos comento que había que preguntarle a la “dueña” y apuntó hacia la mujer que vimos salir. Para nuestra sorpresa se trataba de la Dr. Patricia Aubanel. Al acercarnos nos presentamos como arquitectos miembros de la facultad donde trabaja Thom Mayne en UCLA.
Se quito el tapa bocas y muy amable nos saludo y nos dio un tour de las partes originales del edificio que de por cierto ya habíamos visto. Platicando con ella salio a conversación el tema de la ampliación. El proyecto de la ampliación parece ser obra del Arq. Santini, el mismo que fue alumno de Thom Mayne en Sci-Arc en Los Angeles. Mayne y Rotondi fundaron la famosa escuela de Los Angeles en 1972 el mismo año que iniciaron su despacho. Santini los invito a trabajar en los dos proyectos que lograron construir en Tijuana. El proyecto de la ampliación para mi forma de ver era fácil – seguir con la línea Sterling de superficies de vidrio quizá separando el edificio original con una banda sólida, parecido al proyecto de Cambridge.

La ampliación del Hospital del Prado, aun que su origen esta ubicado en algún estereotipo PoMo californiano , tiene un aval santo. La Doctora Aubanel nos comentaba que en las últimas platicas que mantuvo con su paciente la Madre Teresa ,premio Nobel de la Paz 1979, en un hospital de la Jolla, California la madre le pidió la promesa de construir un centro de cardiología en Tijuana, un centro donde la doctora atendiera a la comunidad de Tijuana como lo hizo con ella en La Jolla.. Ella no sabia si le alcanzarían los fondos para contratar a Thom Mayne, ahora que era un arquitecto de prestigio internacional, nos comento. Somol respondió que era muy probable, debido a que es uno de sus primeros edificios fuera de Los Angeles, que Mayne lo hubiera diseñado sin cobrar por sus servicios. Después que la Madre Teresa falleció la promesa se convirtió en una manda arquitectónica.

Al salir del Hospital comentábamos sobre la suerte que tuvimos de platicar con la doctora y después fuimos a ver el edificio de la empresa Harina El Rosal unas cuadras atrás del hospital. Si bien recuerdo en el primer libro de Morphosis la única foto del Hospital es una vista elevada con los silos del Rosal en el fondo. Un edificio verde con una fachada sólida y tectonica industrial, y pensé aló mejor esta construcción fue la verdadera inspiración. Meses después Thom Mayne gana el Premio Pritzker de Arquitectura por más de 30 años de carrera, inevitablemente el Tijuana effect tuvo algo que ver.

The Tijuana Effect

Hace unos meses lleve a unos amigos de Los Angeles a conocer el Hospital Del Prado ubicado en la zona de la mesa en Tijuana. El teórico en arquitectura Bob Somol y el Arq. Mark Lee visitaban Tijuana después de su conferencia en el ICBC para el evento OTRA/ANOTHER. Llegamos al hospital y al salir del carro se quedaron apreciando el edificio de fachada de bloc de vidrio verde, después de meditar unos minutos sacaron las cámaras y capturaron el estado actual de uno de los primeros edificios de la firma Morphosis. Thom Mayne y Michael Rotondi vinieron a Tijuana en 1973 a diseñar un conjunto de vivienda en La Floresta y el hospital al inicio de su carrera en 1972 como despacho en Los Angeles.

Entramos al hospital reconociendo los espacios originales que todavía son visibles a través de la horrenda ampliación que se le hizo. Horrenda en cuanto a intención espacial y arquitectónica, pero necesaria como la describió la Doctora Aubanel. El edificio tiene rasgos de la influencia del arquitecto James Stirling de Escocia, arquitecto conocido por su obra fuera del mainstream modernista y sus organizaciones en planta a 45 grados y de algunas referencias a la arquitectura del siglo 19. La referencia a Sterling es evidente en los primero proyectos de Morphosis. El hospital parece ubicarse dentro del diseñó humanista y el “over aesthetic” una ideología de Sterling aparente en su proyecto mas famoso, la biblioteca de historia en la Universidad de Cambridge.

Subimos a los diferentes niveles por la escalera original hasta el tercer o cuarto piso para ver la fachada verde de cerca. El pasillo de circulación se ilumina de verde con la luz de la tarde. El mármol Travertino sobre el piso (de moda en edificios de gobierno en esa época como en el Cecut) refleja una sensación grafica tridimensional o retícula renacentista entre el muro y el piso. El pasillo es solamente circulación y sala de espera para los diferentes consultorios y habitaciones del hospital. Al bajar esperamos en el lobby para el regreso, de una habitacion salía una mujer con vestimenta de quirófano con todo y tapa bocas. Le preguntamos al guardia si podíamos tomar algunas fotos en el interior y nos comento que había que preguntarle a la “dueña” y apuntó hacia la mujer que vimos salir. Para nuestra sorpresa se trataba de la Dr. Patricia Aubanel. Al acercarnos nos presentamos como arquitectos miembros de la facultad donde trabaja Thom Mayne en UCLA.
Se quito el tapa bocas y muy amable nos saludo y nos dio un tour de las partes originales del edificio que de por cierto ya habíamos visto. Platicando con ella salio a conversación el tema de la ampliación. El proyecto de la ampliación parece ser obra del Arq. Santini, el mismo que fue alumno de Thom Mayne en Sci-Arc en Los Angeles. Mayne y Rotondi fundaron la famosa escuela de Los Angeles en 1972 el mismo año que iniciaron su despacho. Santini los invito a trabajar en los dos proyectos que lograron construir en Tijuana. El proyecto de la ampliación para mi forma de ver era fácil – seguir con la línea Sterling de superficies de vidrio quizá separando el edificio original con una banda sólida, parecido al proyecto de Cambridge.

La ampliación del Hospital del Prado, aun que su origen esta ubicado en algún estereotipo PoMo californiano , tiene un aval santo. La Doctora Aubanel nos comentaba que en las últimas platicas que mantuvo con su paciente la Madre Teresa ,premio Nobel de la Paz 1979, en un hospital de la Jolla, California la madre le pidió la promesa de construir un centro de cardiología en Tijuana, un centro donde la doctora atendiera a la comunidad de Tijuana como lo hizo con ella en La Jolla.. Ella no sabia si le alcanzarían los fondos para contratar a Thom Mayne, ahora que era un arquitecto de prestigio internacional, nos comento. Somol respondió que era muy probable, debido a que es uno de sus primeros edificios fuera de Los Angeles, que Mayne lo hubiera diseñado sin cobrar por sus servicios. Después que la Madre Teresa falleció la promesa se convirtió en una manda arquitectónica.

Al salir del Hospital comentábamos sobre la suerte que tuvimos de platicar con la doctora y después fuimos a ver el edificio de la empresa Harina El Rosal unas cuadras atrás del hospital. Si bien recuerdo en el primer libro de Morphosis la única foto del Hospital es una vista elevada con los silos del Rosal en el fondo. Un edificio verde con una fachada sólida y tectonica industrial, y pensé aló mejor esta construcción fue la verdadera inspiración. Meses después Thom Mayne gana el Premio Pritzker de Arquitectura por más de 30 años de carrera, inevitablemente el Tijuana effect tuvo algo que ver.


Articulo del San Diego Union-Tribune sobre Aqui es Tijuana, Worldview y sus autores.

image/Rene Peralta

Capturing Tijuana

Authors bring city’s paradoxes to a new book, Web site
By Ann Jarmusch
ARCHITECTURE CRITIC
July 31, 2005

TIJUANA – Like kids let out of school early, the trio pranced on the sun-drenched beach sliced crudely by the U.S. border fence. For months, the architect, the writer-poet and the urban anthropologist had worked hard together on an unvarnished and inconclusive book portraying their city.
Now it was time for a little fun and freedom, albeit tinged with irony as the nearby U.S. Border Patrol watched their every move.
Fiamma Montezemolo, a 34-year-old anthropologist from Rome who now lives in Tijuana and San Diego; and two native Tijuanenses, architect René Peralta, 36, and writer Heriberto Yépez, 30, recently came to Las Playas de Tijuana, where the steel border fence is designed to plunge into the ocean shared by Imperial Beach.

At the time of this visit, the fence was being rebuilt. The section that had blocked access and views of Imperial Beach was temporarily replaced by see-through, chain-link fencing that left a gap at the ocean’s edge.
The controversial border divide, physical and psychological, runs like a jagged, festering wound through this terrain and the daily lives of millions. Inevitably, the international border became a nagging theme of their book, “Aqui es Tijuana” (Here is Tijuana), which is expected to be released next spring by Black Dog Publishing, a company in London that specializes in contemporary art, architecture and design books.
Meanwhile, a related and equally provocative multimedia report called “Tijuana: Mother of Invention” is available online at www.worldviewcities.org/tijuana/main.html.
Peralta coordinated this report, the fourth in a continuing series by the nonprofit Architectural League of New York called “Worldview: Perspectives on Architecture and Urbanism From Around the Globe.”
“Tijuana is primarily a result of illegal or illicit acts,” is the first, no-holds-barred sentence of Peralta’s online essay, “Illicit Acts of Urbanism.” He argues that his hometown has grown informally and opportunistically. While some laws reward the resourcefulness and endurance of squatters, the overall result is a dysfunctional, ill-equipped and unhealthy city.
Tijuana’s rough-and-tumble history resonates with Peralta perhaps more than most of the thousands of newcomers from other parts of Mexico, who may or may not put down roots. His family, by contrast, settled in dusty downtown Tijuana during the 1920s; his children are fifth-generation Tijuanenses.
So far, the Worldview series also includes reports by young architects who live and work in Caracas, Venezuela; Dhaka, Bangladesh; and Oslo, Norway – cities the mainstream architectural media tend to overlook, said Rosalie Genevro, the League’s executive director.

The Caracas report, which debuted in late 2002, came first and Tijuana fourth partly due to League members’ keen interest in Latin America, Genevro said. Between January and mid-July of this year, the site logged 24,000 visitors.
In September, a report on Beirut, Lebanon, is slated to be added to the online series, which is edited by Gregory Wessner. Zagreb, Croatia; and Helsinki, Finland will follow.
The Tijuana “Worldview” report contains essays by Peralta, Montezemolo, Yepéz, and six others representing two generations from both sides of the border. Peralta selected them to reflect traditional-to-futuristic responses to the sprawling city’s challenges and assets.
In the report and the forthcoming book, statements, opinions and images may strike readers as bold and iconoclastic, but Peralta said the goal of these portraits isn’t to judge, promote or condemn his tumultuous city.
“We wanted to leave it open to interpretation,” Peralta said during an interview in his loftlike office in an old section of downtown. “We want to expose Tijuana not only to the world, but to ourselves here in Tijuana.”
Peralta, Montezemolo and Yépez fell in and out of love with Tijuana almost daily, they said, as they gathered recent data and historic records, shot photographs and interviewed often overlooked residents, such as prostitutes and taco vendors.
They seem both fascinated and frustrated by the stark contrasts (extreme poverty and luxury), paradoxes (it is illegal to carry a gun, though drug traffickers wield automatic weapons during street ambushes) and myths (the city was named for somebody’s aunt Juana) that have swirled around this former haven for Americans seeking pleasures outlawed at home.
Among the other contributors to the online report: Teddy Cruz, a San Diego-based designer with inventive redevelopment ideas for the border region; Mike Davis, author of “City of Quartz” about Los Angeles and co-author of “Under the Perfect Sun: The San Diego Tourists Never See;” Pablo Bransburg, a San Diego-based architect and architecture critic born in Argentina; and Miguel Escobar, a Tijuana architect who works with housing developers and teaches at Universidad Iberoamericana.
Punchy photographs and images, contributed by 38 artists, photographers, architects and graphic designers, pepper the site. A timeline illustrates Tijuana’s bursts of unplanned, sometimes illegal settlements. A portfolio of work by 10 of the city’s progressive, young architecture firms (Peralta’s generica is among them) is the first resource of its kind and suggests Tijuana’s future built environment could be far different from that of the past.
These components fulfill the Architectural League’s template for a Worldview report, but Peralta suggested one more that the League has since adopted: a two-minute video punctuated by street sounds and music. “I thought it was important for people to see and hear Tijuana,” he said.

The collaborators expect the report and especially the harder-edged book to rankle readers on both sides of the border, Yépez said. He teaches philosophy to maquiladora workers enrolled at a university across the street from their employer – just one example he cites of Tijuana’s crazy-quilt of opportunities. The trio welcomes discussion, debate and even discord, which they expect from Tijuana’s establishment, as tools to help the city grow up and perhaps take charge of its destiny.
All three discovered aspects of Tijuana they hadn’t seen or considered before. The most significant is the rapid emergence of “New Tijuana,” the name for an area east of the city being consumed by vast new housing tracts, some crammed with microcasas as small as 500 to 800 square feet. Peralta and others expect these government-sanctioned developments – alternatives to the precariously built shacks earlier immigrants built of recycled or scavenged materials – to sprawl one day all the way to Tecate.
“There’s a whole different society over there, with their own social and cultural structure,” Peralta said, adding that this is where Tijuana’s newest immigrants from elsewhere in Mexico and Central America are settling. Markets and entertainment spots cater to the immigrants’ roots.
“They ask you if you are from there, or from Tijuana,” said Peralta, a rare, fourth-generation Tijuanen.
Montezemolo welcomes discussion, heated or not, of pressing issues and social ills raised in their two projects. “Tijuana is central to the national discussion now,” she said, referring to the border city’s growing, yet transient population that straddles life on both sides of the border and values education and career goals.
“COLEF (El Colegio de la Frontera Norte) researchers think Tijuana is representative of Mexico, a point of reference” of where the country may be headed. Some in other regions are worried about the “Tijuanization” of Mexico, Yépes added, without elaborating on whether he would view such a transformation of other cities as good, bad or ugly. For him, Tijuana embodies those easily identifiable qualities but also others far more mystifying.
“I think the city is changing every day, but you have to stop” researching at some point to get a book to press, a Web site online, said Peralta, who didn’t set out to be an urban-design historian, but found himself increasingly intrigued by his own research.
When a visitor suggested the three collaborators revisit their research in 20 years, they howled or groaned. For one thing, they weren’t ready to even think about repeating what turned into a massive undertaking that gobbled all their free time and left them cash-strapped for more than a year.
“You mean in five years,” a smiling Peralta added quickly. “The city is changing so fast.”

Ann Jarmusch: (619) 293-1019; [email protected]


Articulo del San Diego Union-Tribune sobre Aqui es Tijuana, Worldview y sus autores.

image/Rene Peralta

Capturing Tijuana

Authors bring city’s paradoxes to a new book, Web site
By Ann Jarmusch
ARCHITECTURE CRITIC
July 31, 2005

TIJUANA – Like kids let out of school early, the trio pranced on the sun-drenched beach sliced crudely by the U.S. border fence. For months, the architect, the writer-poet and the urban anthropologist had worked hard together on an unvarnished and inconclusive book portraying their city.
Now it was time for a little fun and freedom, albeit tinged with irony as the nearby U.S. Border Patrol watched their every move.
Fiamma Montezemolo, a 34-year-old anthropologist from Rome who now lives in Tijuana and San Diego; and two native Tijuanenses, architect René Peralta, 36, and writer Heriberto Yépez, 30, recently came to Las Playas de Tijuana, where the steel border fence is designed to plunge into the ocean shared by Imperial Beach.

At the time of this visit, the fence was being rebuilt. The section that had blocked access and views of Imperial Beach was temporarily replaced by see-through, chain-link fencing that left a gap at the ocean’s edge.
The controversial border divide, physical and psychological, runs like a jagged, festering wound through this terrain and the daily lives of millions. Inevitably, the international border became a nagging theme of their book, “Aqui es Tijuana” (Here is Tijuana), which is expected to be released next spring by Black Dog Publishing, a company in London that specializes in contemporary art, architecture and design books.
Meanwhile, a related and equally provocative multimedia report called “Tijuana: Mother of Invention” is available online at www.worldviewcities.org/tijuana/main.html.
Peralta coordinated this report, the fourth in a continuing series by the nonprofit Architectural League of New York called “Worldview: Perspectives on Architecture and Urbanism From Around the Globe.”
“Tijuana is primarily a result of illegal or illicit acts,” is the first, no-holds-barred sentence of Peralta’s online essay, “Illicit Acts of Urbanism.” He argues that his hometown has grown informally and opportunistically. While some laws reward the resourcefulness and endurance of squatters, the overall result is a dysfunctional, ill-equipped and unhealthy city.
Tijuana’s rough-and-tumble history resonates with Peralta perhaps more than most of the thousands of newcomers from other parts of Mexico, who may or may not put down roots. His family, by contrast, settled in dusty downtown Tijuana during the 1920s; his children are fifth-generation Tijuanenses.
So far, the Worldview series also includes reports by young architects who live and work in Caracas, Venezuela; Dhaka, Bangladesh; and Oslo, Norway – cities the mainstream architectural media tend to overlook, said Rosalie Genevro, the League’s executive director.

The Caracas report, which debuted in late 2002, came first and Tijuana fourth partly due to League members’ keen interest in Latin America, Genevro said. Between January and mid-July of this year, the site logged 24,000 visitors.
In September, a report on Beirut, Lebanon, is slated to be added to the online series, which is edited by Gregory Wessner. Zagreb, Croatia; and Helsinki, Finland will follow.
The Tijuana “Worldview” report contains essays by Peralta, Montezemolo, Yepéz, and six others representing two generations from both sides of the border. Peralta selected them to reflect traditional-to-futuristic responses to the sprawling city’s challenges and assets.
In the report and the forthcoming book, statements, opinions and images may strike readers as bold and iconoclastic, but Peralta said the goal of these portraits isn’t to judge, promote or condemn his tumultuous city.
“We wanted to leave it open to interpretation,” Peralta said during an interview in his loftlike office in an old section of downtown. “We want to expose Tijuana not only to the world, but to ourselves here in Tijuana.”
Peralta, Montezemolo and Yépez fell in and out of love with Tijuana almost daily, they said, as they gathered recent data and historic records, shot photographs and interviewed often overlooked residents, such as prostitutes and taco vendors.
They seem both fascinated and frustrated by the stark contrasts (extreme poverty and luxury), paradoxes (it is illegal to carry a gun, though drug traffickers wield automatic weapons during street ambushes) and myths (the city was named for somebody’s aunt Juana) that have swirled around this former haven for Americans seeking pleasures outlawed at home.
Among the other contributors to the online report: Teddy Cruz, a San Diego-based designer with inventive redevelopment ideas for the border region; Mike Davis, author of “City of Quartz” about Los Angeles and co-author of “Under the Perfect Sun: The San Diego Tourists Never See;” Pablo Bransburg, a San Diego-based architect and architecture critic born in Argentina; and Miguel Escobar, a Tijuana architect who works with housing developers and teaches at Universidad Iberoamericana.
Punchy photographs and images, contributed by 38 artists, photographers, architects and graphic designers, pepper the site. A timeline illustrates Tijuana’s bursts of unplanned, sometimes illegal settlements. A portfolio of work by 10 of the city’s progressive, young architecture firms (Peralta’s generica is among them) is the first resource of its kind and suggests Tijuana’s future built environment could be far different from that of the past.
These components fulfill the Architectural League’s template for a Worldview report, but Peralta suggested one more that the League has since adopted: a two-minute video punctuated by street sounds and music. “I thought it was important for people to see and hear Tijuana,” he said.

The collaborators expect the report and especially the harder-edged book to rankle readers on both sides of the border, Yépez said. He teaches philosophy to maquiladora workers enrolled at a university across the street from their employer – just one example he cites of Tijuana’s crazy-quilt of opportunities. The trio welcomes discussion, debate and even discord, which they expect from Tijuana’s establishment, as tools to help the city grow up and perhaps take charge of its destiny.
All three discovered aspects of Tijuana they hadn’t seen or considered before. The most significant is the rapid emergence of “New Tijuana,” the name for an area east of the city being consumed by vast new housing tracts, some crammed with microcasas as small as 500 to 800 square feet. Peralta and others expect these government-sanctioned developments – alternatives to the precariously built shacks earlier immigrants built of recycled or scavenged materials – to sprawl one day all the way to Tecate.
“There’s a whole different society over there, with their own social and cultural structure,” Peralta said, adding that this is where Tijuana’s newest immigrants from elsewhere in Mexico and Central America are settling. Markets and entertainment spots cater to the immigrants’ roots.
“They ask you if you are from there, or from Tijuana,” said Peralta, a rare, fourth-generation Tijuanen.
Montezemolo welcomes discussion, heated or not, of pressing issues and social ills raised in their two projects. “Tijuana is central to the national discussion now,” she said, referring to the border city’s growing, yet transient population that straddles life on both sides of the border and values education and career goals.
“COLEF (El Colegio de la Frontera Norte) researchers think Tijuana is representative of Mexico, a point of reference” of where the country may be headed. Some in other regions are worried about the “Tijuanization” of Mexico, Yépes added, without elaborating on whether he would view such a transformation of other cities as good, bad or ugly. For him, Tijuana embodies those easily identifiable qualities but also others far more mystifying.
“I think the city is changing every day, but you have to stop” researching at some point to get a book to press, a Web site online, said Peralta, who didn’t set out to be an urban-design historian, but found himself increasingly intrigued by his own research.
When a visitor suggested the three collaborators revisit their research in 20 years, they howled or groaned. For one thing, they weren’t ready to even think about repeating what turned into a massive undertaking that gobbled all their free time and left them cash-strapped for more than a year.
“You mean in five years,” a smiling Peralta added quickly. “The city is changing so fast.”

Ann Jarmusch: (619) 293-1019; [email protected]

Tijuana – Bulldog Edition

Desde que inicie con el proyecto del libro Aquí es Tijuana con Fiamma Montezemolo y Heriberto Yepez, me eh reservado en platicar sobre el tema en este blog. Por ser el primer libro que edito, me preocupaba que se fuera a salar el asunto si hacia algún comentario (todavía toco madera). Parece ser que ya vamos en buen camino, por que el draft ya se encuentra con la editora Black Dog en Londres esperando salga en Abril 2006.

El Domingo 31 de Julio el San Diego Union-Tribune publicara un reportaje sobre el proyecto World View Tijuana y tambien una entrevista con Fiamma, Heriberto y un servidor sobre el esperado libro Aquí es Tijuana/ Here is Tijuana. El reportaje consiste en juntar los objetivos del proyecto Worldview y Aquí es Tijuana, como también presentar una seria de imágenes de los dos proyectos. El reportaje es trabajo de Ann Jarmusch critica de Arquitectura del San Diego Union-Tribune , Architecture Magazine entre otras publicaciones nacionales.

El reportaje saldra el sábado 30 de Julio en el bulldog edition del Union-Tribune (para que las amas de casa puedan sacar los cupones y gastárselos en domingo muy temprano) en supermercados, farmacias y puestos de revistas. El domingo también lo consiguen. Para los que no pueden obtener un ejemplar prometo hacer un post del reportaje. A cruzar los dedos, encender veladoras y tocar madera y por si las dudas hasta pisar mierda!

Tijuana – Bulldog Edition

Desde que inicie con el proyecto del libro Aquí es Tijuana con Fiamma Montezemolo y Heriberto Yepez, me eh reservado en platicar sobre el tema en este blog. Por ser el primer libro que edito, me preocupaba que se fuera a salar el asunto si hacia algún comentario (todavía toco madera). Parece ser que ya vamos en buen camino, por que el draft ya se encuentra con la editora Black Dog en Londres esperando salga en Abril 2006.

El Domingo 31 de Julio el San Diego Union-Tribune publicara un reportaje sobre el proyecto World View Tijuana y tambien una entrevista con Fiamma, Heriberto y un servidor sobre el esperado libro Aquí es Tijuana/ Here is Tijuana. El reportaje consiste en juntar los objetivos del proyecto Worldview y Aquí es Tijuana, como también presentar una seria de imágenes de los dos proyectos. El reportaje es trabajo de Ann Jarmusch critica de Arquitectura del San Diego Union-Tribune , Architecture Magazine entre otras publicaciones nacionales.

El reportaje saldra el sábado 30 de Julio en el bulldog edition del Union-Tribune (para que las amas de casa puedan sacar los cupones y gastárselos en domingo muy temprano) en supermercados, farmacias y puestos de revistas. El domingo también lo consiguen. Para los que no pueden obtener un ejemplar prometo hacer un post del reportaje. A cruzar los dedos, encender veladoras y tocar madera y por si las dudas hasta pisar mierda!