URBIcidio*
…to plan a city is both to think the very plurality of the real and to make that way of thinking the plural effective; it is to know how to articulate it and be able to do it.
Michel de Certeau
En el último libro/revista de Rem Koolhaas llamado Content se publico un artículo que me hace pensar en la falta de responsabilidad ética del arquitecto y la arquitectura.
Violence against architecture: Quixote comes of age in Sarajevo. Si el arquitecto construye también puede destruir. En caso diferentes Bill Millard, define “urbicide” como el acto premeditado de destrucción urbana en áreas de intercambio cultural.
El urbicidio divide y delimita identidades, eliminando situaciones que producen contrastes, normalmente el que practica el urbicidio es aquel que no separa su espacio urbano de un grupo limitado y cerrado. Aquel que encierra y abandona estructuras urbanas también es tan culpable como el que desvía fondos publicos destinados para obras comunitarias. Aquellos que con la bandera de vivienda social construyen miles de viviendas suburbanas – para después abandónalas creando condición de entropía – también son culpables del urbicidio. La decadencia de las estructuras físicas con las sociales van mano a mano como nos han mostrado ejemplos como Pruit Igoe en Saint Louis, USA, los superbloques de vivienda racionalistas que crearon una anarquía cívica en Caracas Venezuela a fines de los años 50 y otros ejemplos que nos dejo el modernismo utópico lecorbusiano. En Tijuana es irónico que exista una empresa con el mismo prefijo (Urbi), como si su creadores fueran parte de una visión fascista de eliminar o anular el concepto de cuidad habitable. Las estructuras (de poder a la Faucault) creadas por esta organización crea los mecanismos que vacían al la ciudad de un espacio plural creando, como menciona De Certeau, “lugares donde no se puede creer en nada”.
Se me haría difícil clasificar con toda certeza a estos desarrollos como “auténticos” no-lugares. Aun que Marc Auge hace varios puntos interesantes sobre la definición y configuración de un no-lugar. El ejemplo mas concreto es; el no-lugar es totalmente cuantificable. Los limites de su extensión, como su cantidad de unidades y los metros cuadrados de asfalto son contables y construidos con el spread sheet en vez de con la historia e intercambio de ideas, palabras y ambigüedades. Lugares, no-lugares del hyper-design, calculados hasta la última gota de cemento, el diseño se ha convertido en la tecnica de la supresión de la espontaneidad. Esto me lleva a creer en el concepto de UNdesign; el diseño como catalizador de intensidades, y no como génesis de la forma y espacio. El diseño [en esta definición de UNdesign], es una cualidad intrínseca del espacio político de la cuidad. Si la arquitectura es una forma de praxis cultural su operatividad debe ser proyectiva.
Este proyecto de Urbicidio esta compuesto de dos modelos: El primero construcciones seriadas de mínimo espacio al este de la cuidad, un mar de cuartos Tijuana es la verdadera “City of Quartos” (Termino que presento Gustavo Leclerc en UCLA para explicar una condición urbana de East LA). Homogeneidad, claustrofobia urbana – hacer ciudad no es hacer cuartos – hacer ciudad es entender las condiciones sociales y culturales de los usuarios y dejar libre la posibilidad de su representación en la cuidad. Hay solución a estas condiciones de hacinamiento? Si pero no esta en las manos de los desarrolladores – esta en la determinación de la sociedad de exigir un espacio digno y heterogéneo. La masa critica del la ciudad llega a su limite. El segundo modelo consiste en la falsa proposición de vender seguridad dentro de una ciudad insegura y violenta, vivir en la ciudad es decadente y peligroso, vivir con guardia las 24 horas y dentro un espacio delimitado por muros que crean mini fronteras (como si nos faltaran bardas de que preocuparnos en Tijuana) es protegerse de las masas, la segregación es seguridad. Muros que como en otras condiciones (extremas) aíslan clases sociales, distancian ideologías religiosas y políticas. En estas áreas se simula la ciudad– seria un peligro vivir la realidad, existen en simulacro de una villa italiana, de un Eastlake San Dieguino, de un mundo blanco, un archipiélago hermético.
El acto de diseñar espacios, comunidades y ciudades es una forma activa de moldear actividades políticas y humanas. Es una responsabilidad social y como tal puede ser juzgada cuando es nociva para la salud mental y física de la sociedad. El usuario no es un concepto abstracto de un índice de mercadotecnia no es “the bottom line”. En la historia se han presentado casos de diseñó urbano como mecanismo de control ( Hausman en Paris o Speer en Berlin) y mientras estas empresas locales estén en negación total de la realidad en las que laboran, no podrán ser absueltas de urbicidio.