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Day: August 24, 2005

Mal-Hitos


La mona, la bola, las torres, colloquial names given to a series of pseudo monuments found in the urban landscape of Tijuana. Generic names for highly iconic objects that within other contexts have specific meaning, yet in Tijuana they have become blank canvass of assorted interpretation. As you drive by them you distinguish their freakish resemblance to other familiar icons sited somewhere in a modern metropolis, from NY to Sao Paulo. They belong to a family of imposter icons, such as the Bart Simpson, Incredible Hulk and Mickey Mouse, plaster statuettes sold to tourist waiting in line to cross the border. They represent artificiality at a grand scale, a need to embody a replicated communal narrative. Their generic description is a negation of their figurative representation making way to a sort of diagrammatic reading that enables a looping of diverse correlations.

In a series of paired black and white photographs titled Mal-Hitos (shown above), Melisa Arreola juxtaposes the authentic against the forgery, in a mug shot format that exposes their culpability of stolen identity. Even though they impersonate monuments that through decades have acquired a deep-seated symbolism in their distinct cultural environment, they have become affirmations of the longing Tijuana has for a past and desire for urban artifacts. Their only crime, in their short and dislocated existence, is forming part of a simulated collective memory.

La mona, la bola las torres, nombres coloquiales que describen una serie de pseudo monumentos localizados en el paisaje urbano de Tijuana. Nombres genéricos para objetos tan iconográficos, que dentro de otros contextos llevan consigo significados específicos, sin embargo en Tijuana se han convertido en lienzos vacíos donde se plasman multiplicidad de interpretaciones. Al pasar cerca de ellos es posible distinguir su semejanza deformada con los iconos de las urbes modernas, desde Nueva York a Sau Paulo. Pertenecen a una familia de impostores, junto con Bart Simpson, Increible Hulk y Mickey Mouse figuras de yeso que venden a los turistas que esperan cruzar la frontera. Representativos del la artificialidad a grande escala, y de una necesidad de replicar una narrativa comunal. Dentro de su descripción generica se encuentra la negación de la figura representada – que a la vez se dirige hacia una lectura diagramática permitiendo “loops” de correlaciones diversas.

En una serie de fotografías en blanco y negro con titulo Mal-Hitos, Melissa Arreola yuxtapone el objeto original con el falsificado, en una especie de ficha fotográfica que expresa su culpabilidad de secuestro de identidad. Aun se hacen pasar por monumentos que por décadas adquirieron un profundo simbolismo en sus distintos ambientes culturales, reafirman el anhelo que tienen Tijuana por un pasado y su deseo por artefactos urbanos. Su única culpa, dentro de su corta y dislocada vida, es ser parte de una simulada memoria colectiva.

Mal-Hitos


La mona, la bola, las torres, colloquial names given to a series of pseudo monuments found in the urban landscape of Tijuana. Generic names for highly iconic objects that within other contexts have specific meaning, yet in Tijuana they have become blank canvass of assorted interpretation. As you drive by them you distinguish their freakish resemblance to other familiar icons sited somewhere in a modern metropolis, from NY to Sao Paulo. They belong to a family of imposter icons, such as the Bart Simpson, Incredible Hulk and Mickey Mouse, plaster statuettes sold to tourist waiting in line to cross the border. They represent artificiality at a grand scale, a need to embody a replicated communal narrative. Their generic description is a negation of their figurative representation making way to a sort of diagrammatic reading that enables a looping of diverse correlations.

In a series of paired black and white photographs titled Mal-Hitos (shown above), Melisa Arreola juxtaposes the authentic against the forgery, in a mug shot format that exposes their culpability of stolen identity. Even though they impersonate monuments that through decades have acquired a deep-seated symbolism in their distinct cultural environment, they have become affirmations of the longing Tijuana has for a past and desire for urban artifacts. Their only crime, in their short and dislocated existence, is forming part of a simulated collective memory.

La mona, la bola las torres, nombres coloquiales que describen una serie de pseudo monumentos localizados en el paisaje urbano de Tijuana. Nombres genéricos para objetos tan iconográficos, que dentro de otros contextos llevan consigo significados específicos, sin embargo en Tijuana se han convertido en lienzos vacíos donde se plasman multiplicidad de interpretaciones. Al pasar cerca de ellos es posible distinguir su semejanza deformada con los iconos de las urbes modernas, desde Nueva York a Sau Paulo. Pertenecen a una familia de impostores, junto con Bart Simpson, Increible Hulk y Mickey Mouse figuras de yeso que venden a los turistas que esperan cruzar la frontera. Representativos del la artificialidad a grande escala, y de una necesidad de replicar una narrativa comunal. Dentro de su descripción generica se encuentra la negación de la figura representada – que a la vez se dirige hacia una lectura diagramática permitiendo “loops” de correlaciones diversas.

En una serie de fotografías en blanco y negro con titulo Mal-Hitos, Melissa Arreola yuxtapone el objeto original con el falsificado, en una especie de ficha fotográfica que expresa su culpabilidad de secuestro de identidad. Aun se hacen pasar por monumentos que por décadas adquirieron un profundo simbolismo en sus distintos ambientes culturales, reafirman el anhelo que tienen Tijuana por un pasado y su deseo por artefactos urbanos. Su única culpa, dentro de su corta y dislocada vida, es ser parte de una simulada memoria colectiva.